El CERMI lanza este llamamiento ante el crecimiento de esta actividad fraudulenta que, impulsada por la crisis, abusa de la imagen de la discapacidad y de otros colectivos en riesgo de exclusión social y realizan acciones de juego para las que no tienen concesión ni ninguna cobertura administrativa, lo cual convierte la actividad en no legal.

 

Por ello, denuncia estas actividades que pueden relacionar personas con discapacidad con la mendicidad, con actividades ilegales o con modelos benéfico-asistenciales que ya han sido superados. De este modo, pide a las autoridades que “actúen en consecuencia y se muestren firmes a la hora de acabar con estas prácticas, que afectan su dignidad como ciudadanos”.

 

Según un informe del sector del juego público, la crisis ha elevado un 20% el número de personas en riesgo de exclusión, muchas con discapacidad, utilizadas por el juego ilegal en los últimos dos años, hasta casi 4.000 vendedores ilegales. 

 

Mientras, desde 2011 han aumentado un 21% las ventas del juego ilegal hasta alcanzar los 84 millones de euros anuales y casi 100.000 consumidores compran y se enfrentan cada día a una situación de total indefensión ante los juegos ilegales.

 

La gestión del juego en España exige autorización administrativa previa de los órganos competentes en cada caso, que son la Administración General del Estado en cuanto a juegos de ámbito estatal, y las Comunidades Autónomas en cuanto a los juegos que se desarrollan en sus ámbitos territoriales. 

 

Los operadores de juego ilegal no sólo se enriquecen de forma ilícita, sino que además, replican imágenes y mensajes publicitarios y copian las mecánicas de juego y las estructuras del juego legal, básicamente las loterías de la ONCE.

 

Canarias es la segunda comunidad autónoma con más vendedores de juego no legal en activo, más de 700. Actúan en Canarias 5 organizaciones de este tipo de juego, las cuales cerraron unas ventas en 2013 de casi diez millones de euros; utilizando la imagen de las personas con discapacidad y poniendo en riesgo a la población canaria, que cada día se acercan a este tipo de juego sin conocer que supone un fraude sin garantías para los consumidores.